UN MICROSCOPIO DE PAPEL PODRÍA COMBATIR LA MALARIA

El arte japonés del origami tiene múltiples aplicaciones, pero jamás habíamos escuchado que pudiera salvar vidas humanas. En base a esta técnica, que consiste en crear objetos con papel, un equipo de la Universidad de Stanford ha diseñado un microscopio que tan sólo cuesta cincuenta centavos de dólar y que facilitará el diagnóstico y correcto tratamiento de los más de dos billones de casos de malaria en el mundo y, en especial, en las zonas más vulnerables de África.Microscopio (4 de 4).jpg

En base a tres piezas de papel, un lente integrado, una batería de reloj (que dura hasta 50 horas) y un poderoso LED, este invento funciona por retroproyección. A diferencia de los antiguos microscopios, que son caros y complejos en su mantenimiento y funcionamiento, en el nuevo no es necesario mirar por un orificio para analizar una muestra, sino que proyecta la imagen sobre cualquier pared.
Microscopio (3 de 4).jpg
©Stanford Medicine/ Captura de video
El bioingeniero Manu Prakash, director de este proyecto, sostiene que los beneficios del pequeño tamaño y el reducido costo de su revolucionario microscopio son las claves que permitirían su distribución masiva en zonas vulnerables.
Otro punto a favor de su desarrollo es la resistencia: para demostrarlo, se realizaron diversas pruebas, como por ejemplo arrojarlo desde un edificio o saltarle encima. Los resultados fueron sorprendentes: luego de tamaños desafíos, el microscopio siguió funcionando perfectamente.
Además de ser indestructibles, descartables y baratos, estos nuevos dispositivos prometen ser iguales de precisos. La correcta impresión de cada pieza y su corte prolijo permiten ajustar o recorrer la muestra con mucha definición y una exactitud a nivel de micrones.
Microscopio (2 de 4).jpg
©Stanford Medicine/ Captura de video
A su vez, el equipo ha desarrollado diferentes prototipos que se ajustarían, cada uno, a la detección de otras enfermedades específicas, más allá de la malaria. Esto se debe a que, variando el aumento de la lente, que puede llegar a ser de 2,000X, se podrían detectar distintas cepas. Y usando LEDS de diferentes colores, se convertiría en un microscopio capaz de visualizar proteínas específicas u otras bíomoléculas que posean pigmentos fluorescentes.
Ingenioso, ¿no crees?
Fuente: ADN discovery.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario